domingo, 13 de enero de 2013

Sorteo

Antiguamente, a principios de invierno, era costumbre ofrecer a San Antón, un cerdo lechón a modo de donación. Con un vistoso lazo y una campanilla alrededor del cuello, al pequeño animal se le daba suelta para que pudiera corretear libremente por todas las calles del pueblo, recibiendo alimento y albergue por parte de todos los vecinos.  Llegado el día del santo, el cerdo se rifaba.





















Hoy en día, esta original costumbre ha desaparecido pero la tradicional rifa del cerdo se mantiene.

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